Sigo sin entender a ciencia cierta el porqué en esta ciudad pretendemos lanzar siempre piedras a nuestro propio tejado. Tal vez, la política permita este tipo de consideraciones cínicas y personalistas. Una vez más, la oposición en Benidorm vuelve a interesarse más por el rédito electoral que por hacer un Benidorm mejor. Y es que, con PSOE y C´s a la cabeza, esta vez han criticado el “uso partidista” del EDUSI (Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado) por parte del equipo de gobierno. Les explico.
Ya saben, que a través del EDUSI, Benidorm opta a financiación europea para mejorar la ciudad y la calidad de vida de sus habitantes. El pasado año se optaban a diez millones de euros que finalmente no se consiguieron, y para el año vigente, la cantidad aumenta a veintitrés. Prosiguiendo con el proyecto anterior y actuando en los barrios de Foietes, Els Tolls y Alfredo Corral, nuestra ciudad sigue trabajando con ahínco para hacer llegar una vital financiación europea para la mejora de la escena urbana, espacios verdes, accesibilidad o multitud de otras mejoras. Por otro lado, el Consejo Vecinal del municipio ha creado una plataforma ciudadana para salir a la calle a informar a los vecinos de qué es concretamente el EDUSI, y de cómo pueden participar.
Ya ven de la importancia del EDUSI para el progreso de nuestra ciudad, pero parece ser
que por parte de algunos miembros de la corporación, si es solo la ciudad la beneficiada y no su partido, apaga y vámonos. Ahora, la oposición critica los panfletos informativos de la plataforma, etiquetándolos de electorales por simplemente ser azules. Como lo leen, simplemente por ser azules. Ah, y por portar una imagen del alcalde, que además de ser alcalde, es presidente del Consejo Vecinal, que es el órgano que impulsa esta actuación informativa en la calle a través de esta nueva plataforma.
Y es que, si fuere el tríptico rojo, socialista sería, si naranja lo pintaran, a los naranjitos les gustaría, y ya si aúnan una amalgama de colores y forman la bandera LGTBI, ya de paso contentan a un colectivo. Para gustos, colores.
Así que, mientras unos siguen trabajando por y para Benidorm, otros siguen más pendientes de los colores y sus partidos, que de hacer ciudad entre todos.
Rodrigo Quesada
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