Muchas veces, necios nosotros, nos quejamos de lo que merecemos. Somos así de testarudos. Y claro, ante unos políticos con el “pan para hoy y hambre para mañana” a la orden del día en la gobernanza, acaban sucediendo este tipo de cosas. Me explico.
Por un lado, a nivel nacional, o mejor dicho, en algunos puntos concretos de suelo español, la turismofobia ha salido a las calles en forma de protesta hacia la infinidad de turistas que recibe nuestro país. Obviamente, motivados por lo que el turismo que viene, y sobre todo, por lo que nos deja en nuestras localidades. No es menos cierto que el turismo cada vez va a más, y siguen batiéndose récords turísticos de toda índole en España, y que mínimamente, el turismo representa un 11% del PIB. Cifras escandalosas para el aumento de la economía, creación de puestos de trabajo y ocupaciones hoteleras a rebosar, pero que no repercuten de forma directa en el vecino, o si lo hacen, producen un efecto contrario. Dejando de lado las más que tradicionales molestias ocasionadas al residente, los trabajos precarizados que produce el sector mayoritariamente y la masificación de ciudades como la nuestra en plena temporada estival, son las consideraciones que afectan directamente al ciudadano de a pie. Y ello conlleva que en ciudades como Benidorm se carezca de servicios para las gentes de Benidorm y no única y expresivamente para el turista.
Doy gracias que en Benidorm aún el turismo de borrachera no ha despertado la turismofobia. Pero razones por haberlas haylas, y cada vez, los que deberían de dar mayor ejemplo y actuar “amb trellat” para no morirnos de éxito, cavan una tumba aún más grande. Como no, de nuevo en el punto de mira, Antonio Mayor, presidente de HOSBEC, y su particular vanagloria del “gran trabajo” de su patronal. Qué decir del todo incluido, del monopolio que tienen montado Mayor y los suyos en Benidorm, aunque parece ser que las siguen siendo la mejor arma de éstos.
HOSBEC se lava las manos. No quiere saber nada del turismo de borrachera porque, según ellos mismos, lo generan los apartamentos turísticos. Apuntaban que esta época estival sería determinante para decidir el rumbo que quiere tomar Benidorm. Y ya lo ven: más turistas, menos ocupación hotelera y menor gasto por turista. Un turista, que en propias palabras de Antonio Mayor: “No consume, no contribuye y por tanto, un turista peor”.
Extraño es que comparta algo con Toni Mayor, pero más rotundo no podría ser con la afirmación anterior. Estoy de acuerdo y la comparto. Pero con matices. Hay que evidenciar, que el promotor e impulsor de eso mismo; de menor consumo y contribución, y por lo tanto, un turismo de mala calidad, es la propia patronal HOSBEC gracias a su todo incluido. Y es que, queridos lectores, lo reiteraré hasta la saciedad, pero es que son dos conceptos muy distintos, predicar que dar trigo.
Rodrigo Quesada
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